La avena es un cereal formado en su mayoría por carbohidratos complejos (también conocidos como carbohidratos de asimilación lenta) que ayudan a tener un efecto de saciedad más prolongado, y el que más cantidad de proteínas presenta, casi un 17% de su composición. Contiene un tipo de grasa que puede ayudar a protegernos frente a enfermedades cardiovasculares como el exceso de colesterol, es rica en fibra, vitamina B, ácido fólico y en minerales como potasio, magnesio, fósforo y zinc. Para beneficiarse de sus propiedades, debe ser parte de una alimentación variada y balanceada (donde se incluya otros cereales integrales, frutas, verduras y alimentos de origen animal). Puedes incorporarla en tu desayuno, en jugos, bebidas, postres con leche y frutas, compotas, sopas y galletas, entre otros. La avena es un cereal recomendado para etapas de crecimiento y para las mujeres embarazadas. Las personas intolerantes al gluten deben evitarla.