La mastitis es la inflamación de la glándula mamaria que se da mayormente en las mujeres que están dando de lactar y tiene como causa más común una infección. Los síntomas más usuales son: fiebre, sensación de tirantez, palpación de una tumoración, aumento de temperatura, dolor y enrojecimiento de la mama afectada. Estos síntomas se repiten -en menor intensidad- en las mujeres que no dan de lactar y en quienes la aparición de la mastitis está más relacionada a trastornos hormonales. El tratamiento consiste en antibióticos y antiinflamatorios que deben ser recetados por un médico. La madre debe seguir dando de lactar, porque la leche no produce ningún daño al bebé. Se sugiere poner paños tibios antes de cada lactancia, dar un masaje suave, cuidar que no existan grietas en el pezón -ya que es a través de estas que ingresan los microbios- y extraer completamente la leche para que la mastitis ceda más rápido.