Es la decisión más difícil y dolorosa que uno puede tomar. Aunque es incomprensible, debemos entender que se hace pensando en el dolor de la mascota.
¿En qué casos es inevitable ‘dormirla’? Solo un veterinario puede definir la gravedad de una mascota. Si el pronóstico es desfavorable, debes tomar la decisión de practicarle o no la eutanasia.
Debe practicarse solo a las mascotas que ya no pueden tener calidad de vida, debido a un mal crónico y degenerativo (como el cáncer o la artritis, por ejemplo) o, incluso, un accidente desafortunado; también cuando, siendo viejos, sufren de una demencia senil muy avanzada.
Si debes tomar esa triste decisión, asegúrate de que el veterinario use medicamentos apropiados. La eutanasia no debe causar dolor físico. Acompaña a tu mascota. Tú le das seguridad y, en un momento así, la ayudas a no sentir miedo. A ti, además, te da la ocasión de cerrar un ciclo, despedirte y agradecerle por los años maravillosos que viviste a su lado.