La caída del cabello, llamada alopecia o calvicie, se da en ambos sexos, pero es más frecuente en hombres (50%) usualmente con una carga genética hereditaria (abuelos maternos). Tiene distintas formas de manifestarse. La caída del cabello localizada, es típica de los hombres y la más común, es llamada androgénica por su relación con receptores de hormonas masculinas. Existen otros tipos como la areata (10 %) o en parches, caracterizada por la pérdida del cabello por sectores, de causas usualmente inmunes o psicológicas, donde el pelo puede volver a crecer y también puede ir acompañada de caída en pestañas, axilas, pubis o barba.
Hay también la difusa, frecuente en mujeres y secundaria a infecciones, diabetes, tiroides, deficiencia de fierro o el uso de medicamentos, así como la quimioterapia o radioterapia. Esto puede ser tratado apelando a la causa o con el uso de minoxiril, finasteride, plasma rico en plaqueta, láser y el trasplante capilar.