La disminución o ausencia del deseo sexual en los hombres son de naturaleza multifactorial: Los años inducen cambios, sobre todo a partir de los 50, donde se experimentan alteraciones hormonales, así como los conocidos problemas de erección, lo que genera un impacto en la confianza y autoestima. Un mal estilo de vida, donde se evidencia estrés, poco descanso, mala alimentación, ingesta de alcohol, consumo de tabaco etc., también altera la motivación sexual. Incluso, los trastornos de ansiedad y depresión, cada vez más frecuentes en nuestra sociedad, se acompañan de un bajo deseo y se vinculan con estados de tristeza, desánimo e irritabilidad. Además, tenemos las complicaciones que se generan por la ingesta de medicinas, como los prescritos para la caída del cabello, bajar de peso, controlar las alergias y muchas otras afecciones, que influyen negativamente en la performance. Lo importante es conocer la causa exacta de la baja libido, ya que lo determinante es mejorar la relación de pareja.