La actividad sexual es aparentemente beneficiosa para la salud. Las personas activas en lo sexual liberan hormonas, como la del crecimiento que rejuvenece nuestra piel, mejoran el sistema inmune, fortalecen el corazón y se liberan endorfinas del bienestar, que calman nuestra ansiedad y mejora el sueño. ¿Pero cuál es la frecuencia habitual? Para ello existirían 3 grupos, los menores de 30 años, los de 30 y 50, y los mayores de 50 donde lo más importante es la calidad. En el grupo de mediana edad, la frecuencia promedio es de 3.2 por semana durante el primer año y decrece hasta 1.2 a partir del tercer año, y las principales amenazas se dan en la monotonía, en la costumbre cómoda y no tener planes en común en la vida. La periodicidad es inherente a la persona, si uno se acostumbra a hacerlo con frecuencia, su organismo le pedirá más que en aquellas personas que lo tienen eventualmente.