El tacto rectal es usualmente motivo de broma en una conversación entre amigos, pero realmente de la esfera digestiva, urológica, neurológica, ginecológica y local. En cuanto a la próstata es, sin duda, la principal herramienta de diagnóstico de crecimiento y tumoración maligna, que sumado al PSA (examen de sangre del antígeno prostático) su sensibilidad de detectar estadios de cáncer precoz llega al 83%. Sin embargo, es también de gran utilidad en el diagnóstico del cáncer rectal, detectándose hasta el 75%, asimismo podemos detectar sangrado digestivo y la presencia de fistulas, fisuras, úlceras, abscesos y las famosas hemorroides. También está una forma de evaluación neurológica que tiene que ver con los esfínteres y un valor en el diagnóstico de enfermedades como la diabetes. En resumen hay que desmitificar este examen y valorar su enorme utilidad en los diagnósticos de muchos padecimientos que tienen solución.