Hoy, a 17 años del Viagra, encontramos un nuevo fenómeno en el incremento de la falta de deseo sexual en los hombres. Hasta casi el 30% de varones de mediana edad tiene, en este problema, explicaciones diversas y principalmente derivadas de su estilo de vida, alimentación, falta de descanso, exceso de trabajo y falta de tiempo para el esparcimiento y vida en pareja, las cuales son una constante de la modernidad. Un estado de tensión permanente produce una fatiga adrenal y deficiencia de testosterona, produciendo cambios hormonales y neuroquímicos que alteran nuestros estados de ánimo, desencadenando un desinterés y desapego de nuestra relación de pareja, así como los conocidos problemas de ansiedad y depresión, cuya manifestación más común es la falta de interés por la vida sexual. El uso indiscriminado de fármacos, la obesidad y las relaciones de pareja que caen en rutina, son una gran amenaza, donde ninguna pastilla azul logra respuestas deseadas.