Para muchos de nosotros el culto al ‘buen diente’ es una satisfacción esencial. Sin embargo, el sobrepeso en el mundo entero -y en especial, en esta región- es una gran amenaza para la salud de los habitantes, de los cuales el 8% acaba siendo diabético y es realmente alarmante que más de un 25% de niños ya tengan sobrepeso y un riesgo potencial de enfermedad crónica en el futuro, que bien podría ser evitado si adquirimos una nueva cultura de lo que significa el ‘buen diente’. Comer rico y comer sano tendría que ser una fórmula común, sin embargo, sentimos que lo sano muchas veces no es apetecible y si es rico, comemos hasta hacer de este gusto una indigestión. El secreto es plantearse comer sabroso, de todo, pero disfrutando. Necesitamos ganarle a la ansiedad que produce el hambre, comiendo cinco veces al día, alternando con raciones a media mañana y media tarde con frutas o granos y que la última comida del día sea baja en azúcares y no más tarde de las 7 de la noche. También evitar la sal, la comida altamente grasosa y de esa manera disfrutar de comer bien y vivir bien.