La próstata tiene como función producir parte del eyaculado para la fertilidad, está ubicada en el centro de nuestra pelvis y no la podemos tocar. Usualmente es posible encontrar a gente joven con inflamación prostática (prostatitis) debido a problemas infecciosos, alimentarios o psicosomáticos. Cuando ingresamos a la edad madura a todos nos crece está glándula, alterando el flujo urinario, perturbando nuestro sueño y determinando distintos grados de obstrucción. Pero es el cáncer el que merece nuestra mayor atención, pues a diferencia de otras neoplasias puede no estar vinculado a determinados cuidados para prevenirla. Se conoce que las personas de raza negra o tener familiares con antecedentes de este cáncer, aumentan significativamente la posibilidad de padecerlo, por ello la recomendación para salvar su vida es el diagnóstico precoz: un examen después de los 50 (tacto rectal) y un análisis de sangre (PSA) pueden minimizar el riesgo de padecer este mal o ser curado gracias a las opciones que hoy la ciencia dispone.